Hola mis amigos
colegas y padres de familia en general en esta oportunidad les traigo esta
hermosa historia de cuéntale todo a mama para que lo puedan leer y aprender un
poco desarrollándolo, espero sea de su gran agrado.
Este incidente le
ocurrió a una niña llamada Graciana, en la escuela la que queda
cerca de donde yo
vivo.
Graciana tenía un
hermoso hogar, con su papá, su mamá y dos hermanitos.
Ella amaba mucho
a su mamá, y trataba de hacer todo lo que podía para ayudarla. Tan
pronto como
llegaba de la escuela, preguntaba: "¿Qué puedo hacer para ayudarte
mamá?" y
entonces, mientras trabajaban juntas, quizá lavando los platos, sacudiendo el
polvo o
planchando, contaba a la mamá todo lo que había pasado en la escuela.
Graciana le
contaba todo a su mamá, aun cuando a veces tenía que confesar que la
habían puesto en
el rincón por charlar demasiado, y la mamá se sentía muy feliz de
escucharla, porque
le recordaba cuando ella iba a la escuela. También esto le daba la oportunidad
de decir cosas a Graciana que la pudieran ayudar no sólo en la escuela sino después,
cuando fuera grande.
Un día vino a la
escuela Betty, una niña nueva Era una chica muy pícara, y tan pronto
llegó comenzó a
crear problemas con la maestra. Algunas chicas se sentían atraídas
hacia ella porque
era muy independiente, y pronto Betty se había convertido en líder de todos los
buscadores de líos de la escuela.
Ella siempre
estaba haciendo bromas, algunas de ellas ciertamente no de las mejores,
y las historias que
a veces contaba a las otras chicas no eran apropiadas para las niñas.
Casi sin darse
cuenta, Graciana también se sintió atraída por la vivaz chica nueva. Le
gustaba divertirse,
como a todas las chicas, pero no le era muy fácil hacer amigos. Sin
embargo había
algo en Betty que a Graciana no le gustaba. Ella no podía explicar qué era,
pero sentía una
sensación de desconfianza hacia ella.
Chicas dijo
Betty una tarde, antes de salir de la escuela vayamos a ese rincón.
Tengo algo para
contarles que las hará reír mucho.
Las chicas
acababan de salir de la escuela y tenían ganas de divertirse, de
manera que corrieron
detrás de Betty al lugar que ella les había propuesto
Ahora, escúchenme
-dijo Betty Antes de empezar a contar quiero que me prometan
Algo ¿Qué es?
-preguntaron. No sería bueno que contaran esto en casa, ustedes tienen que
prometerme que no se lo van a contar a sus mamás. ¿Todos me lo prometen? ¡No! Dijo Graciana firmemente, nunca prometeré
una cosa así.
Está bien.
¿Podrías decirme por qué, querida? preguntó Betty.
Porque quiero
mucho a mi mamá, y siempre le cuento todo dijo Graciana sin temor
alguno, pero
poniéndose un poco pálida.
iOh, sí, la
nenita de mamá! Se burló Betty Si eres una nenita tan chiquita, será
mejor que vayas a
casita ahora, ¿qué les parece chicas? sí,
sí nenita de mamá! dijeron las otras en tono burlón.
La pobre Graciana
se enojó y las lágrimas llenaron sus ojos, pero se mantuvo
firme en lo que pensaba
que era correcto, y sin decir una palabra más, se fue a su casa. A lo
lejos pudo oír a
las chicas reírse, y sabía que se reían de ella, pero siguió caminando hasta
que
llegó a casa.
Graciana contó
todo a su mamá, y cuando terminó, ésta la tomó en sus brazos, le
acarició y le
dijo que nunca se había sentido tan orgullosa de su hijita como ese día.
Pero algo
interesante ocurrió a la mañana siguiente. El cartero trajo una nota de
una de las maestras.
Decía así: "Tuve ocasión de ver y oír lo que pasó en el patio ayer por la
tarde.
Estoy segura de
que Graciana ya se lo contó, pero sentí que debía escribirle y decirle
cuán orgullosa me
siento de ella, porque no tuvo temor de hablar del amor que siente por
Ud. ante todas
las otras chicas. Actuó como una pequeña heroína". Los ojos de Graciana
brillaron de alegría, y la mamá estaba tan feliz que a duras penas podía contener
las lagrimas.
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